¿POR QUÉ ECO MONJES?

Al observar el clima cotidiano y los patrones estacionales anuales, no se pueden perder los siguientes hechos:

• Cada ser humano, desde que nace hasta que muere, contribuye a la destrucción de los ecosistemas y a la desaparición de la naturaleza a través del consumo y la actividad para sus propias necesidades y capricho. El calentamiento global, la contaminación del aire, el derretimiento de los glaciares, los tsunamis, las inundaciones, las lluvias impredecibles, los veranos más calurosos, las fuertes nevadas y los frecuentes huracanes señalan a la humanidad como la causa principal.

• El desarrollo urbano, en ciudades ya desarrolladas como en las que están en desarrollo, no sólo conduce a la pérdida de valiosas tierras agrícolas, sino que también contribuye a una mayor contaminación, afecta a las reservas de agua y genera un exceso de desechos de basura. Esta transformación da como resultado la destrucción de suelo fértil que alguna vez fue esencial para el cultivo y el sustento de la comunidad.

• Además, la demanda de metales que provienen de las industrias, la construcción y las empresas de manufacturación impulsa al sector minero, que extrae recursos como el cobre, el hierro, el petróleo, el gas, el carbón y los diversos minerales. Además, la búsqueda de artículos de lujo impulsa la extracción de metales como el oro, la plata, el platino y las piedras preciosas. Estas prácticas tienen graves consecuencias, incluida la deforestación, la destrucción del hábitat, la pérdida de la biodiversidad, la erosión del suelo, la contaminación del agua y la contribución al cambio climático a través de las emisiones de carbono.